4. Bañador turbo

69
(Lita a Nené)
Sevilla, todavía el 22 de marzo de 2007

Espoleada por tu misiva, no tengo más remedio que responderte rápido –sobre todo por si acaso te llegan los ecos de mis risas–. No lo había pensado, pero igual sí que tienes razón y me toca hacerme señora. En tus labios, eso de vacacionar con fantasías de ninfa, suena bastante ridículo. Y el ridículo es lo que más me asusta después del fracaso (dejando a un lado los miedos elementales: enfermedad, dolor y muerte).
Yo pensando todo el tiempo que tengo una madurez divina, bien llevada, digna y en desarrollo, y me encuentro con tu mirada que me devuelve una señora rellenita, con ínfulas de adolescente ñoña, revolcándose en la arena como una croqueta para hacerse la locuela.
Juro ante quien quiera escucharme, que nunca más me meteré entre las olas dando saltitos. De hecho, hasta estoy dudando si ponerme la batita sobre un bañador turbo y remojarme hasta las rodillas cuando baje la marea. Y es que a una se le olvida que tiene una edad. Pero aún así, guapa, los topolinos son de la juventud de mi madre y las pamelas –de rafia o de paja- son incompatibles con el levante. Así que vete buscando
una viserita de “cruzcampo” para el resol.
Me voy a la cama a soñar con la que fui. Pero te recuerdo que no todo tiempo pasado fue mejor. Especialmente ese “retro” tuyo tan en blanco y negro y tan de la España franquista. Yo he crecido –aunque
poco- en los ochenta.
Y yo que me veía tan mona. Qué desastre.
Hasta mañana mala persona. No sé cómo te sigo queriendo.
Lita

No hay comentarios:

Publicar un comentario